El cuerpo
comienza irremediablemente un proceso involutivo, durante el que se producen
cambios a nivel físico y metabólico que desencadenan un descenso en el nivel
funcional y las cualidades físicas. Si ya estás en esta edad, debes saber cómo evoluciona
y responde tu cuerpo durante esta etapa y cómo optimizar tus entrenamientos no sólo
para obtener los
mejores resultados, también para frenar el proceso de envejecímiento.
mejores resultados, también para frenar el proceso de envejecímiento.
A nivel físico y
metabólico, nuestro organismo comienza a responder de forma diferente. Es
difícil determinar el momento en que éste inicia el proceso involutivo.
Probablemente el envejecimiento (al contrario que el crecimiento) no es un
fenómeno genéticamente programado y viene determinado por multitud de
factores y sobre todo, hábitos de vida. Es este aspecto, la actividad física y
la alimentación es lo que está en nuestras manos para poder manejar en la
medida de lo posible este proceso.
Como consecuencia
de los cambios mencionados anteriormente, se producen una serie de efectos
que debemos tener en cuenta, ya que muchos de ellos podemos regularlos en gran
medida con el ejercicio físico y la alimentación. El más habitual es el
aumento de peso, la tendencia al acumulo de grasa por el descenso de la tasa metabólica
unido a malos hábitos de alimentación provoca la aparición de esa “barriguita
de los cuarenta”.Un programa de entrenamiento y una correcta alimentación,
por una parte mantendrán el metabolismo elevado y por otra producirán un consumo
calórico más elevado, evitando la formación de grasa. Si hacemos ejercicio,
notaremos que en esta década, la recuperación es más lenta, se tarda más en
recuperar el nivel funcional para la siguiente carga de entrenamiento. Se hace
necesaria una mayor recuperación, las cargas no pueden ser tan altas y a largo
plazo, el rendimiento deportivo comienza a disminuir, sobre lodo en especialidades
de fuerza.
CAMBIOS EN LA FIGURA
La figura cambia
significativamente según el género a partir de la década de los 40, las
diferencias entre hombres y mujeres son las siguientes:
En el hombre
-Aparecen
acortamientos de los flexores del tren superior, sobre todo en los músculos
pectorales, apareciendo una actitud cifótica o de ligera «chepa».
- Se acumula
grasa en la zona del tronco, sobre todo la intraabdominal.
- La masa
muscular comienza a desaparecer.
Recomendaciones
para el hombre:
- Movilizar la
cintura escapular estirando pectoral, bíceps y deltoides.
- Evitar el
alcohol y los excesos en la ingesta calórica.
En la mujer
- Los cuerpos
vertebrales pueden disminuir su, tamaño por la osteoporosis, aparece la jiba.
- El tejido
conectivo pierde capacidad de sostén y el pecho pierde consistencia.
- La grasa
comienza a desaparecer de las caderas para acumularse en el vientre.
Recomendaciones para la mujer:
- Trabajar la
fuerza.
- Incluir
alimentos que potencien la actividad de los estrógenos.