¿Tu pareja lleva una eternidad sin tocarte ni un pelo? Ha
llegado el momento de mirarle con lupa y adivinar qué demonios le ocurre.
Al principio no parabas: se pasaban todo el día en la cama y no precisamente
durmiendo. Pero de un tiempo a esta parte vuestras relaciones sexuales se
espacian cada vez más. ¿Será que ya no le gustas? ¿La falta de sexo se debe a
su libido? La sexóloga Ana Irene Sierra dice que “no pasa nada si es algo
momentáneo. En otoño, por ejemplo, hay un bajón de testosterona porque hay
menos luz y esto afecta a la sexualidad. Pero si la situación se prolonga, algo
ocurre”. ¿Y cuánto tiempo tengo que pasar a dos velas para empezar a
preocuparme?, te preguntarás. “No existe un período concreto, porque cada caso
es un mundo. Cuando existe un malestar en la pareja por la falta de sexo hay un
problema”, contesta Ana. Es entonces cuando llega el momento de poner a tu pareja
en observación y averiguar lo que le pasa.
Está estresado
Si tu novio está
hasta arriba de trabajo o se encuentra en un momento vital complicado (cambio
de profesión, mudanza, muerte de un familiar, etc.) no le pidas peras al olmo.
Ana Irene cree que el pobre “siente que las circunstancias le sobrepasan y teme
no tener energía suficiente para afrontarlas, así que se ahorra los actos sexuales
o bien prefiere buscar un alivio rápido en la masturbación”.
Solución:
Relájate y relájale. De nada sirve que le agobies y conviertas el sexo en otra
obligación más. Ana te recomienda que intentes iniciar relaciones sexuales como
quien no quiere la cosa: “Pónselo fácil, dile que estás disponible con gestos y
caricias, pero sin presiones”. Además, hazle saber que si quiere sexo rápido,
ahí estás: “Dile que no tendrá que esforzarse y que no le vas a pedir ninguna
hazaña sexual”. Si acepta, bien; si no, a otra cosa, mariposa.
Está enfadado
Aunque sea la
mujer la que tiene fama de castigar al hombre sin sexo, ellos también lo hacen.
Así que, tal vez tu chico esté enfadado contigo y no te hayas dado ni cuenta.
Según la doctora Sierra, “cuando él se enfada bloquea energía y se queda
congelado”. Por eso se cierra en banda y ni te mira.
Solución: Hazle
reír. Porque, como dice Ana Irene, “la risa desahoga la rabia y no hay nada más
sano que provocar carcajadas cuando hay un bache en la pareja”. Pero, ¿cómo le
hago reír?, te estarás preguntando. Si contar chistes no es lo tuyo, usa
bromitas íntimas... o las puntas de tus dedos: “Dale un masaje en los pies o en
el cuello y hazle cosquillas a traición”. Porque la risa no solo tiende a
aliviar tensiones, sino que “libera serotonina y endorfinas que abren el apetito
sexual”, apunta Sierra.
Está aterrorizado
El hombre hecho y
derecho no le tiene miedo al coco, sino al compromiso. ¿Le has hablado de ir a
vivir juntos o de casarse o, peor aún, de tener hijos? Pues la has hecho buena:
hablando en plata, le has “acojonado”. De hecho, Ana Irene cree que el miedo al
compromiso provoca a veces eyaculación precoz: “Inconscientemente, el hombre
asustado descarga el semen lo antes posible para que la relación parezca más
física que emocional”. Y si el sexo brilla por su ausencia es que al chico le
aterra procrear. ¡Menudo patio! Pero no temas.
Solución: No
hables de futuro ni adelantes acontecimientos. En dos palabras: dale tiempo.
Porque si, además de empujarle hacia el altar, le presionas para que cumpla en
la cama, hay serias posibilidades de que tu pareja salga “por patas”. Sierra optaría por
“tranquilizarle, decirle que no pasa nada y seguir como si nada”. Demuéstrale
también que no llevas dentro una mamá aburrida y proponle planes de “chica
mala” para este fin de semana, así renovará el morbo y el interés por ti.
Está inseguro
¿Eres dura de
pelar? ¿Tienes el orgasmo difícil? ¿A tu pareja le cuesta excitarse? Pues entonces está claro:
no se acuesta contigo porque tiene una inseguridad tremebunda y piensa que no
va a dar la talla. Es entonces cuando sobreviene el gatillazo o, peor aún, el
miedo al ridículo: “Si ha visto que no te vuelves loca con él y encima tiene
complejos de alcoba, es lógico que haya un bloqueo”, nos comenta la experta.
Solución: Dile
aquello de “has estado genial” para inflar bien su ego. Ana Irene aconseja “no
ser negativa ni poner malas caras, aun en caso de gatillazo”. Ten en cuenta que
si el asunto no da para más podéis hacer otras cosas: sexo oral, masajes,
besos... Lo que sea con tal de no parar porque, como dice Sierra, “si le dices
que sin erección no hay party, le frustras. Ayúdale a salir del círculoerección-penetración-orgasmo y se sentirá más seguro”. Y entonces, cuando menos
te lo esperes saltará la liebre, o sea, la erección.
Está harto
¿Notas a tu chico
ausente, irritable, huidizo y, encima, ni se te acerca? Pues va a ser que está
harto de ti y no sabe cómo decírtelo. Sierra afirma que “hay muchos chicos a
los que les cuesta romper las relaciones porque no quieren provocar sufrimiento
o quedar mal, entonces hacen la vida imposible a la otra persona para que sea
ella la que corte”. Y una forma de pincharte es negarse a tener sexo. Así de
sencillo... y así de duro. Pero cuanto antes lo asumas, menos sufrirás.
Solución: Acepta
tu derrota y habla con él. Ana Irene te recomienda que hagas de tripas corazón
y le eches valor, ya que el otro no lo tiene: “No pierdas más el tiempo,
siéntate con él y pregúntale a bocajarro: “¿Qué te pasa, es que ya no quieres
estar conmigo?”. Según lo que te conteste, sabrás si es sólo una crisis
provocada por la rutina (de ser así, aún puedes volver a seducirle, si te
quedan fuerzas) o bien, vuestro amor se ha roto y, sintiéndolo mucho, tenéis
que tirarlo a la basura y buscar otro nuevo.
http://laescuelitadelmarques.blogspot.com/
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